NEE




Las Necesidades Educativas Especiales

Cuando un niño, joven o adulto tiene Necesidades Educativas Especiales (NEE) mostrará dificultades en:

Dificultades de aprendizaje, en la adquisición de habilidades básicas en un entorno normalizado, en la escuela u otras instituciones educativas.
Dificultades de salud, sociales, emociones o mentales.
Dificultades de aprendizaje específicos (lectura, escritura, comprensión de la información, etc.)
Necesidades sensoriales o físicas (discapacidad auditiva, discapacidad visual, dificultades físicas que puedan afectar la normalidad en el desarrollo)
Problemas de comunicación para expresarse o entender lo que otros dicen
Condiciones médicas o de salud.
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Características de la Educación Especial
La educación especial se articula según una serie de principios básicos que son:

La normalización implica que en lo posible la persona con discapacidad debe tener los mismos derechos y obligaciones que los demás miembros de la sociedad; esto no significa negar la discapacidad, sino tender al desarrollo de las capacidades individuales de cada sujeto recibiendo atención particular a través de los servicios ordinarios y propios de la comunidad, teniendo presente que solo en los casos necesarios podrá recibirla en instituciones específicas.
La individualización que responde a criterios particulares en cuanto a la intervención profesional y terapéutica ( adaptación curricular, metodología especial, etc.)
La sectorización responde a que los servicios educativos especiales sean brindados en el lugar donde el alumno con discapacidad vive y se desarrolla. Es decir instrumentar los medios para que se preste servicio aún cuando no existan en el lugar instituciones específicas.
La integración que se desprende del principio de normalización, en cuanto a que en la utilización de los dispositivos de la técnica y de la organización de los servicios sociales, procurará que los alumnos con discapacidad reciban la asistencia necesaria en el seno de los grupos normales y no de forma segregada.
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La inclusión educativa
El concepto de “integración”, que inicialmente supuso un avance muy significativo en lo referente a la atención al conjunto de alumnos con NEE, posteriormente fue perdiendo su incipiente esencia. Así, este fenómeno empezó a ser vinculado a la segregación y al alejamiento de los escolares con dificultades de aprendizaje o algún tipo de disminución física o psíquica respecto de los niños sin esas características.

De ese modo, el proceso de integración fue entendido como un tipo de educación diferencial, donde el currículo educativo era aplicado de forma singular. El resultado fue nuevamente y paradójicamente un distanciamiento entre las dos clases de alumnado.

En contraste con lo expuesto anteriormente, el término de “inclusión” sustituye al anterior, otorgando definitivamente la significación que pretendía dársele originariamente a la anterior nomenclatura. La inclusión consigue desintegrar la visión individualista y perniciosamente taxónomica para alcanzar el objetivo prioritario de ofrecer una enseñanza de calidad e igualitaria para todos los alumnos, independientemente de si presenta un déficit o limitación.

Con la finalidad de unificar tanto los aspectos relativos al ámbito escolar como los correspondientes al área comunitaria de una forma global para cada alumno, se efectúa este cambio metodógico y conceptual.

En la educación inclusiva cada alumno es aceptado y valorado por sus particularidades, circunstancias y capacidades, y se les ofrece por igual las mismas oprortunidades de aprendizaje y los apoyos necesarias para potenciar su desarrollo al máximo nivel cualitativo.

Este nuevo modelo, por tanto, se circunscribe en un ámbito más cooperativo, en detrimento de la competividad más propia de la etapa de integración.

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estrategias de apoyo para la educación especial
>Brindarle un mayor número de experiencias variadas para el mismo aprendizaje (utilizar material didáctico multisensorial, llamativo y acorde a los intereses del niño que le permita experimentar con éxito las actividades realizadas).
>Trabajar con él durante períodos cortos y prolongarlos poco a poco.
>Guiar la actividad, hasta que la pueda hacer por sí solo (bajar la guía poco a poco).
>Despertar el interés por los objetos y personas que le rodean, acercarle y mostrarle las cosas agradables y llamativas.
>Repetir muchas veces las tareas realizadas, para que recuerde cómo se hacen y para qué sirven.
>Disminuir el número de tareas (por ejemplo, si los demás resuelven 3 problemas, que él resuelva 1) y permitirle el tiempo necesario para desarrollarlas.
>Aprovechar las experiencias que ocurren a su alrededor y la utilidad de las mismas, relacionando los conceptos con lo aprendido en “clase”.
>Tener paciencia, ayudarle a que sus respuesta cada vez sean más rápidas.
>Conducirle a explorar situaciones nuevas respetando su iniciativa (dejar que el niño haga por si mismo, ayudarle sólo lo necesario).
>Brindarle oportunidades de resolver situaciones de la vida diaria, no anticipar ni responder en su lugar.
>Generar que viva el éxito, secuenciar bien las dificultades.
>Planear actividades en las cuales él sea quien intervenga o actúe como persona principal.
>Individualizar la enseñanza (centrar las adecuaciones curriculares en la enseñanza- aprendizaje de procesos y actitudes que en asimilar principios y conceptos).
>Sentarlo cerca de compañeros que puedan ofrecerle un ejemplo positivo a seguir.
>Ofrecerle diversas opciones en la resolución de exámenes.
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